Rafa Mora da consejos de seducción



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32 comentarios:

  1. Si le apetece hacer videos en youtube... que los haga, a quien le importa?

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  2. habeis visto la novia de ferchu, chabeli lo delgada que esta??? esta esqueleticaaaaaaaaaaaaa!!! que mal!!!!!

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  3. habeis visto a chabeli la novia de ferchu lo delgada que esta??? esta esqueleticaaaaaaa!!!

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    1. Las rayas son lo que hacen

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    2. cierto.. adelgazas mucho cuando sigues la dieta a raya(s)

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  4. Por dios chicas.. ya tenemos bastantes machistas por el programita, como para aguantar a este vigorexico enganchao a los anabolizantes y a la buena coca, no publiqueis mas mierda de ese tipo porque es darle cancha a este tipo de fracasados malformados, y no necesitamos a otro cromañon mas diciendo gilipolleces, cuando no sabra ni deletrear el abecedario, hiere mi sensibilidad visual cada vez que lo veo.
    A ver si este imbecil cree que su madrecita no abrio bien las piernas para su papi, o que su hermana no lo estara haciendo con los que pueda.... si yo fuera su madre sentiria mucha verguenza ajena leyendo y escuchando las cosas que este ha dicho sobre las mujeres.

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  5. Y el tio liga mogollon tratando a las mujeres como las trata....

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  6. Hace unas horas publique un comentario sobre este gilipollas y veo que no esta... yo no se si lo habeis borrado o que, pero lo unico que decia era la verdad. Que este pobre cateto ignorante es un puto machista, ademas de un vigorexico de mierda enganchao a los anabolizantes y a la farlopa....y que menudas las y los chonis que se meteran en la cama con este cerdo apestoso, que seguro y tendra mas ETS que un travelo sidoso callejero, bueno.. que tan siquiera alguien quiera echar un mal polvete con este picha corta ya lo dice todo, muy inteligentes y cuerdos no deben ser las tias y tios que se lo follan...
    Y lo ultimo era que.. a ver si se creia este asqueroso que su madrecita no abrio bien las piernas para su papi, quizas ese fue el problema, que las debio de cerrar para no tener que parir a tal elemento.... yo si fuera su madre sentiria verguenza ajena de tener un hijo varon que dice tantas gilipolleces y denigra de ese modo a la mujer

    ...que se acuerde este afeminado que tiene madre, hermana y demas...asi que si todas son unas "iguales", TODAS lo son entonces

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    1. No me extraña que te hayan borrado el comentario....

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    2. Se puede decir lo mismo con un poco mas de educacion...

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    3. sera la misma que tiene rafita mora con todos y todas...

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    4. Educacion con este machista vigorexico??? de hecho, creo que me quede corta en cuanto a mi comentario. Como mujer ofende leer y escuchar las cosas que este ha dicho y dice sobre las mujeres tantos en las redes, como hizo en television en su dia. Él falta el respeto continuamente, y no solo hacia las mujeres, sino a los que no tienen musculitos, a los que llevan gafas, a los que no estan curtidos hasta el culo de rayos, a los que no son guaperas a sus ojos, etc, etc.. con lo cual que tipo de respeto merece este ser?!

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    5. educación con él no
      educación con todas/todos los que leemos tu comentario
      él no sabe leer, no va a leer tu comentario
      pero nosotros sí
      y como alguien dijo una vez: me gustan más los comentarios ingeniosos que me hacen reir que los que se cagan en la madre que lo parió
      :-)

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  7. Bua! Miedo me da q alguien le tome en serio...

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  8. Jossi, el que fuera pretendiente de Liz y posteriormente lo intentara con María, vuelve a por Triana la nueva tronista....
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    Aldo, el cubano que entró primero a conquistar a Lola y más tarde a Liz.... ahora vuelve a por Triana!!!!
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    RECICLAR, RECICLAR, RECICLAR SIN PARAR.....................

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    1. Falsos...mas falsos q un billete d 300€

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    2. Josi q iba de digno....la dignidad tiene un precio, en este caso bastante barato

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    3. vieron una presa facil, y van a por esta chica porque se nota que la pobre no tiene muchas luces

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  9. qué patético rafa...despues de este video ninguna mujer deberia acercarse a ti mas de un metro...ni tu madre!!!!!

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  10. VAIS A FLIPAR, ESTO DE LO QUE HABLA RAFA, EN EEUU ES UN NEGOCIO (SEGURO QUE EL ASPIRA A HACER LO MISMO)
    En la que se ha convertido en una de las citas más célebres de Joss
    Whedon, el director y guionista norteamericano dice: «Hazlo oscuro,
    hazlo sombrío, hazlo duro, pero entonces, por el amor de Dios, mete
    algún chiste». Seguramente Whedon tiene razón, pero quizá hay un
    momento en el que no caben los chistes ni la ironía ni el sarcasmo.

    Porque hay temas que deben leerse sin aligerar. Porque hay temas donde
    nos estamos jugando la supervivencia de nuestra dignidad como seres
    humanos.

    Porque el machismo hace un daño terrible a todo el mundo, incluso a los hombres

    Hace unas semanas, Lara Monrosi e Ignacio Tudela publicaban un
    artículo en el que, de alguna manera, denunciaban los métodos y las
    prácticas de Álvaro Reyes, autodenominado «gurú de la seducción».
    Reyes se gana la vida escribiendo libros, grabando vídeos e
    impartiendo seminarios por todo el país, en los que explica a otros
    hombres las técnicas adecuadas para solucionar sus «problemas de
    inseguridad y de acercamiento con las mujeres». En definitiva, que nos
    enseña a ligar. Como el artículo, los contenidos de sus clases se
    acercan peligrosamente —cuando no se asientan de lleno— en los
    territorios del acoso y la violencia de género: «No esperes su
    permiso. Siéntete con derecho para hacer lo que quieres. Pedir permiso
    es síntoma de inseguridad», «No te inclines hacia ella cuando ella
    está hablando. Mantén una postura corporal erguida y dominante» o «Tu
    reto es aprender qué es un “NO” de verdad y qué es un “NO” que
    significa que sí» son algunas de las frases de presentación del
    ínclito.

    Puede que estas actividades nos resulten sorprendentes en España, pero
    lo cierto es que los expertos en conquistas, o como les gusta llamarse
    a ellos, Pick Up Artists («artistas del ligue»), son un fenómeno
    razonablemente frecuente en la cultura anglosajona y especialmente en
    los Estados Unidos. Algunos de sus más famosos representantes como
    Ross Jeffries o Zan Perrion llevan dedicándose a esto desde hace más
    de diez y veinte años y forman parte estructural de un negocio
    enormemente lucrativo que incluso tiene su propia asociación
    internacional: la IDCA, International Dating Coaching Association. Y
    casi todos ellos basan sus prácticas en la consideración de la mujer
    como mero objeto de conquista. Y al final, como mero objeto.

    Piensen en el lema que emplea Frank T. J. MacKey, el personaje
    interpretado por Tom Cruise en Magnolia y que es el epitome de la pick
    up culture: «Respeta la polla. Domina el coño». Sin embargo, si han
    visto el formidable filme de Paul Thomas Anderson, sabrán que bajo la
    sudorosa cáscara misógina de MacKey se esconde un enquistado rencor
    hacia los hombres. Y por eso se lleva su dinero.

    Hace dos años, la periodista Katie J. M. Baker destapaba en Jezebel la
    existencia de una peculiar subcultura deAnti-Pick Up Artists. Los
    miembros de esta comunidad son hombres resentidos tanto con las
    mujeres que no quieren estar con ellos, como con los gurús del ligue
    que les habían prometido éxito, pero que, en última instancia, no se
    lo han proporcionado. Se sienten estafados económica, pero también
    moralmente, por ellos.

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    1. De alguna manera, aciertan en la sintomatología —los gurús del ligue
      estafan a hombres—, pero se equivocan en el diagnóstico. Para ellos,
      las mujeres siguen siendo las enemigas que les niegan su «legítimo»
      acceso al sexo o incluso al amor; y los gurús que les han engañado
      son, sencillamente, otros enemigos que se han aprovechado de su baja
      autoestima y su ingenuidad a la hora de enfrentarse al «juego de la
      seducción». De lo que no se dan cuenta, y fíjense bien, es de que es
      precisamente la objetificación de la mujer, el considerar que ellas no
      son nada más que un trofeo, lo que les ha llevado a creer a unos
      charlatanes que vieron en ellos las víctimas propiciatorias de su
      discurso falaz. Si tu comprensión de la sociedad te hace considerar el
      amor como una suerte de acoso y derribo, como un asalto al castillo,
      entonces, efectivamente eres una víctima. Pero no solo una víctima de
      los que te estafan en primer grado, sino de tu propia concepción del
      mundo. Y sí, eres un hombre y eres una víctima del machismo.

      Ser blanco es la hostia, porque puedes viajar a cualquier punto del
      tiempo y te van a tratar como un rey. Si eres negro, lo tienes jodido.
      Eso sí, los blancos podemos viajar a cualquier punto del pasado,
      porque en el futuro lo vamos a pagar con creces. Nos van a dar bien
      por el culo por todo lo que hemos hecho. Y desde luego que nos lo
      mereceremos. (El humorista Louis C. K., congratulándose de ser
      blanco).

      Escuchando a Louis C. K., me pregunto si los hombres ya estamos
      empezando a pagar por los milenios de una sociedad machista. Y si es
      el propio machismo el que nos lo está cobrando, aunque no nos demos
      cuenta.

      Con cierta frecuencia se acusa a determinados anuncios televisivos de
      ser feministas, hembristas o feminazis. Sin duda, la imagen que
      proyectan de los hombres es la de unos incapaces, unos inútiles en lo
      que respecta a las labores domésticas. Seguramente conocen a más de un
      hombre que es así, de igual manera que conocerán a más de una mujer. Y
      también conocerán a muchos hombres y mujeres perfectamente competentes
      en el hogar. Ahora, ¿realmente creen que esa imagen estereotipada del
      hombre como palurdo doméstico es feminista? ¿Que es una contestación a
      los innumerables anuncios machistas que ha habido en el último siglo?

      No.

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    2. No lo es. Ese anuncio hace exactamente lo mismo que el anuncio de
      Ponche Caballero: discriminar qué cosa es de hombres y qué cosa es de
      mujeres. Y además perpetúa exactamente los mismos roles de género: los
      hombres no tienen que hacer el trabajo de la casa porque ese es un
      asunto mujeres. Porque han sido esos siglos, esos milenios de sociedad
      discriminatoria los que han asentado una separación de intereses que
      es, por otro lado, absolutamente ridícula, de lo que pueden dar fe
      todos esos hombres y mujeres capaces y autónomos que ustedes conocen y
      que hemos mencionado antes.

      Evidentemente, que la publicidad nos considere a los hombres como unos
      inútiles superficiales que solo estamos preocupados por el fútbol y
      los coches es una chorrada comparado con la discriminación laboral, la
      desigualdad salarial o la violencia sexual a la que se enfrentan
      muchas mujeres. Sin embargo, sin llegar a tanto, el machismo social
      también tiene algunas consecuencias graves para los hombres.

      Según afirma la abogada Sofía Maraña en ABC, los datos del Consejo
      General del Poder Judicial de 2012 dicen que, en situaciones de
      divorcio con hijos, la custodia de los mismos se otorga en un 84% a
      las madres, en un 9% compartidas y en un 7% a los padres u otros
      tutores. Las asociaciones de padres separados que, en general, buscan
      el, a priori loable, objetivo de la custodia compartida, a menudo
      esgrimen estos datos para demostrar la desigualdad de las sentencias
      judiciales y la flagrante discriminación a favor de la mujer que ellos
      padecen. Como ocurre con los antigurús de la seducción, de nuevo
      aciertan en la sintomatología —las mujeres se benefician de una
      evidente discriminación positiva en el otorgamiento de custodias—,
      pero en este caso ni siquiera emiten un diagnóstico. Ellos tan solo
      quieren que desaparezca la discriminación para dar paso a una
      situación más igualitaria.

      Y es que cuesta creer que los parámetros que debe tener en cuenta el
      juez a la hora de dictar su sentencia favorezcan a las mujeres en 84
      de cada 100 pleitos; pero aún cuesta más creer que el juez haya
      decidido desatender estos parámetros de manera consciente para firmar
      así una resolución discriminatoria e injusta.

      Lo que no cuesta nada creer es que, tras siglos de machismo social, la
      jueza o el juez no sean inconscientemente parciales. Porque si los
      roles de género han establecido durante eones que el hombre debe salir
      a trabajar y las mujeres deben quedarse en casa como encargadas del
      cuidado de los hijos, entonces es muy difícil que un juez, por muy
      imparcial que deba ser, no se vea influido dramáticamente por la
      sociedad en la que está inmerso. Y no me malinterpreten, por supuesto
      que no hay nada malo en las labores domésticas ni en el cuidado de los
      hijos; es un trabajo a veces arduo pero a menudo muy satisfactorio y
      gratificante. Lo malo es establecer que solo a la mitad de la
      población le corresponde llevar a cabo ese trabajo arduo. Porque
      entonces, la gratificante satisfacción que suele conllevar también le
      corresponderá solo a esa mitad. Y es el machismo el que nos la quita a
      los hombres.

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    3. Pero el machismo es mucho peor, incomprensiblemente peor para las mujeres

      Fotografía: Man Alive! (CC)

      Si son ustedes mujeres, es posible que le hayan pedido alguna vez a un
      hombre —un amigo o su pareja, si son heterosexuales— que les acompañe
      a la puerta de su casa para no ir sola. Quizá especialmente si esa
      noche llevan puesto un vestido corto o una minifalda. Cuando a los
      hombres nos piden dicha ayuda, la solemos ofrecer sin pensar en las
      implicaciones que tiene que una mujer, por firme y dura que sea, pida
      caminar acompañada. Y es que nosotros nunca sentiremos lo que sienten
      ellas cuando oyen pasos tras de sí en la noche. Nunca prestaremos
      especial atención a si nuestra ropa enseña demasiado los hombros o los
      muslos o la espalda. Nunca tendremos que elegir si cruzar o no por una
      calle solitaria por miedo a que nos violen.

      Como dijo Neil Gaiman: «Todas estas situaciones son duras, tristes y
      terribles. Puedo empatizar con ellas y puedo intentar entenderlas,
      pero sé que nunca lo haré por completo».

      Porque jamás comprenderemos lo que significa ser una mujer.

      Seguramente recuerden la polémica que se levantó durante las fiestas
      de San Fermín de 2013, en las que se vieron imágenes inexcusables y
      absolutamente inimaginables en cualquier otro ámbito. La discusión
      pública se concentró en dos puntos muy peligrosos: que algunas mujeres
      reían y disfrutaban con los tocamientos, y que si no querían que las
      tocasen, que no hubiesen enseñado las tetas e incluso que no hubiesen
      ido a San Fermín.

      No, miren, las cosas no funcionan así. O mejor dicho, no deberían funcionar así.

      En primer lugar, porque puede que algunas de las mujeres disfrutasen
      con los tocamientos, pero lo cierto es que, en 2013, se registraron
      cuarenta denuncias por agresión sexual durante las fiestas. Y en
      segundo lugar porque nos estamos saltando un paso fundamental: el
      consentimiento. Que alguien enseñe las tetas no da derecho a que nadie
      se las toque, es el consentimiento de la poseedora de esas tetas el
      que nos lo concede. Por supuesto, enseñar las tetas en un lugar
      público puede tener consecuencias, pero son consecuencias legales. Es
      decir, quizá te pueden detener por desórdenes o escándalo público si
      la legislación así lo regula; pero esa, y solo esa, es la
      responsabilidad que debe asumir quien se desnude en público. La
      responsabilidad del abuso es de quien abusa y solo de quien abusa.

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    4. Y no comprender esta clara división de las responsabilidades nos puede
      conducir a una asunción aún más terrible: que las mujeres no pueden
      disfrutar en paz de una fiesta. Y que es culpa suya.
      Afortunadamente, el propio Ayuntamiento de Pamplona pareció entender
      la gravedad de estos hechos y, lejos de defender las agresiones como
      propias de la fiesta, lanzó una campaña para este año 2014 en la que,
      entre otras cosas, decía que «Hemos vivido en una cultura que protege
      al agresor, pidiendo condescendencia a las chicas o las mujeres para
      aceptar piropos, babosos intentos de ligue, molestias o acosos porque
      estamos de fiesta, porque no pasa nada, porque es la costumbre, porque
      eres mía o porque quiero que lo seas, aunque tú no quieras».

      Sin embargo, el Ministerio del Interior no parece tener claro quién
      debe asumir las responsabilidades de una agresión, y hace apenas unas
      semanas, ha publicado en su web unos consejos para la «Prevención de
      la violación». Entre estos consejos incluye no hacer autostop, no
      transitar por calles oscuras y solitarias o no poner el nombre de pila
      en el buzón de correos si la mujer vive sola.

      Esto se llama terror.

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    5. Porque genera un estado de miedo constante y sostenido, y transmite
      una desconfianza universal al identificar a todos los hombres como
      potenciales agresores. Pero sobre todo, porque los consejos van
      dirigidos solo a las mujeres, haciéndolas responsables de las posibles
      agresiones que puedan sufrir si no los siguen. Y además, estos
      consejos limitan libertades esenciales: si eres mujer no puedes
      caminar sola, no puedes subirte a un autobús casi vacío y tienes que
      renunciar a tu nombre de pila. Por si acaso.

      Lo siguiente sería limitar las agresiones sexuales impidiendo que las
      mujeres vistan con minifalda o con tacones. O incluso obligándolas a
      no salir de casa. Ya saben, la mejor manera de que no te roben un
      coche es no sacarlo jamás del garaje.

      Pero, ¿saben cómo se reducirían las violaciones a una mínima
      expresión? Enseñando a los hombres a no violar.

      Por supuesto, la sociedad nunca se verá completamente libre de
      violaciones, como nunca dejará de haber asesinatos o robos. Pero si la
      cultura social deja de jalear y de alentar los comportamientos
      abusivos y discriminatorios, si se responsabiliza a los verdaderos
      agresores y se rechazan sus actuaciones desde todos los ámbitos,
      incluyendo los privados, entonces créanme, las mujeres —todas las
      mujeres, incluso las que nunca han sufrido ni sufrirán agresiones—
      serán más felices y la sociedad —toda la sociedad, los hombres y las
      mujeres— vivirá en igualdad y en libertad. Vivirá en paz.

      Este es el vídeo que el joven de veintidós años Elliot Rodger subió a
      YouTube la mañana del pasado 23 de mayo. Al cabo de una hora había
      matado a seis personas y herido a otras trece. Regó de cadáveres el
      campus de Santa Bárbara de la Universidad de California en Isla Vista.
      Dos mujeres y cuatro hombres. Después se suicidó.

      El vídeo se llama «Elliot Rodger’s Retribution», la represalia de
      Elliot Rodger. En él, el joven se considera un hombre amable y
      considerado. Y sin embargo, acusa a todas las mujeres que no le han
      correspondido, a todas las mujeres que, según él, le han condenado a
      seguir virgen precisamente por ser «un buen chico». Y también a los
      hombres, a los «chicos populares» que sí han tenido éxito con ellas. Y
      les advierte de que van a pagar por ello.

      Tras los asesinatos, el portavoz de la familia Rodger indicó que
      Elliot siempre había sido un chico con problemas psicológicos y
      psiquiátricos y que había acudido durante varios años a terapia. Como
      dije antes, nunca podremos estar libres de asesinatos o agresiones, y
      fue el propio Rodger el responsable último de sus crímenes; pero sería
      peligroso obviar la influencia del machismo social, lo que los
      anglosajones llaman rape culture, en la formación de su personalidad.
      Como recogió Alan Duke en la CNN, Elliot Rodger formó parte de la
      comunidad Pick Up Artistsy, en vista de su «fracaso», acabó en la
      Anti-Pick Up Artist. Su vídeo y su diario estaban salpicados con
      frases de resentimiento y odio misógino: «¡Cómo se atreven todas esas
      chicas a evitarme así! ¡Cómo se atreven a insultarme así! Merecen un
      castigo y se lo voy a dar», «Cuando dejé las clases, dejé al fin de
      ver a todas esas preciosas chicas que no podía tener», «¿Por qué las
      chicas me odian tanto?», «Le di a todo el género femenino una última
      oportunidad para concederme los placeres que yo merecía».

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    6. Tras los asesinatos, en Twitter aparecieron cientos, quizá miles de
      mensajes de repulsa no solo de los crímenes, sino de toda la rape
      culture que había conducido a ellos. Y también de apoyo no solo a las
      víctimas, sino a todas las mujeres.

      El hashtag se llamó #YesAllWomen, y venía a decir que todas las
      mujeres tenían derecho a tomar sus propias decisiones, fuesen
      correctas o equivocadas. Que todas las mujeres podían vestirse como
      les viniese en gana sin temor a ser insultadas, vejadas o agredidas.
      Que todas las mujeres debían ser libres de elegir con quién acostarse
      o a quién amar: altos, bajos, gordos, flacos, ricos, pobres, listos,
      tontos, hombres o mujeres. Que todas las mujeres merecían el mismo
      respeto por su condición de mujer que un hombre por su condición de
      hombre.

      Sí, que todas las mujeres son personas.

      Porque si olvidamos que todas las mujeres son personas, olvidaremos
      que todas las personas son personas. Y por supuesto que hay mujeres
      cuyos actos u opiniones no merecerán nuestro respeto, pero
      precisamente por sus actos y opiniones, no por el hecho de ser una
      mujer. Exactamente igual que debemos hacer con los hombres.

      Y si olvidamos que las personas son personas, creeremos que nos deben
      algo y les quitaremos su capacidad de decisión. Les quitaremos su
      libertad. Les convertiremos en objetos de los que disponer y, en
      última instancia, a los que romper. Y entonces, perderemos nuestra
      dignidad como seres humanos. Nuestra dignidad como especie.

      Así que permítanme cerrar el artículo con una recomendación. Una
      recomendación a toda aquella persona que, aun después de leerlo,
      todavía esté pensando en tomar una represalia violenta contra esa otra
      persona que le abandonó. Esa persona que prefirió a otro o a otra,
      quizá más alto o más guapa o más rica o más feo o más simpática o más
      grosera o más limpio o más pobre o más sucia. Esa persona que no le
      correspondió y no se dio cuenta de lo romántico o lo divertida que es.
      De lo buen tipo o lo buena chica que es. Si lo han meditado bien y el
      rencor que sienten hacia esa persona no les deja más alternativa que
      castigarla, si solo se ven capaces de aliviar su dolor inflingiendo
      aún más dolor y luego planean suicidarse; entonces les sugiero que
      inviertan el orden de las acciones. Les recomiendo que sigan los pasos
      de ese otro gran exponente del Romanticismo que fue Mariano José de
      Larra, que cuando no pudo soportar más el desamor de Dolores Armijo,
      decidió matarse.

      http://www.jotdown.es/2014/07/si-todas-las-mujeres-lo-son/

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  11. Me parto con la foto de panoli que habeis elejido!!!!! XDDDDD XDDDD XDDDD XDDDD

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  12. Últimamente veo mucha literatura barata acerca de cómo ligar y cómo seducir a la mujer y todas basadas en lo mismo. Asumen por verdad absoluta que la mujer irá detrás de un tío que se lo tiene creído y que no se cuestiona que le gusta a las mujeres sino que se sabe un objeto de deseo. Venden una fórmula que al parecer funciona con todas nosotras de la misma manera y nos dejan como seres ligeramente caprichosos y vulnerables que empezaremos a perder la cabeza en cuanto el tío actúe como si nos tuviese ganadas y como si además de nosotras, pudiese tener otras opciones, como si seducir a las mujeres fuese como aplicar una fórmula matemática. Lo peor es que seguro que a muchos ese rollo les funciona, así que no sé qué es más triste

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  13. No viene mucho al caso, pero sigue con Raquel o lo dejaron hace tiempo y no me he enterado? Gracias

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    1. Este..si no quiere a nadie, solo a si mismo y a los chuchos esos enanos que tiene de mascota

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